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Por Redacción Especial – WXM ONE NEWS |
Durante décadas, los Latin Grammy han sido presentados como el máximo reconocimiento a la excelencia musical en la industria latina. Sin embargo, detrás de su aparente prestigio, se esconde un entramado de decisiones cuestionables, favoritismos y omisiones históricas que han despertado la indignación de artistas, expertos y fanáticos por igual.
Uno de los más incisivos en levantar esta voz ha sido el experto en arte y cultura, Oliver Santos, quien en un análisis viral denunció, con pruebas y comparaciones contundentes, la incoherencia y el sesgo evidente de la Academia Latina de la Grabación.
¿Dónde está el mérito?
Santos lanza una pregunta que retumba: ¿Cómo es posible que artistas como Cristian Castro y Ricardo Arjona, con trayectorias impecables y repertorios atemporales, tengan solo un Latin Grammy entre ambos, mientras artistas más recientes como Karol G o Tokischa son galardonados con múltiples estatuillas?
Las cifras son escandalosas:
- Cristian Castro: 0 Latin Grammys
- Ricardo Arjona: 1 Latin Grammy
- Romeo Santos: 1 Latin Grammy
- Aventura: 0 Latin Grammys
- Prince Royce: Más de 15 nominaciones, ni una sola victoria
- Ivy Queen y Natti Natasha: Pioneras del género urbano femenino, sin ningún reconocimiento
Mientras tanto:
- Karol G acumula 6 estatuillas y 25 nominaciones.
- Bad Bunny: 12 Latin Grammys
- Tokischa: 1 Latin Grammy por una colaboración polémica
El caso de Mariachi Budda, premiado por una frase de tres segundos en una canción de Rosalía, es el ejemplo más burdo de lo absurdo que puede llegar a ser este sistema.
¿Exceso de reguetón o falta de criterio?
Santos no duda en acusar directamente a los Latin Grammy de haber perdido el norte. “Se han entregado a premiar modas, a correr detrás del reguetón como si se tratara del único género existente. Se está premiando más la agenda y la tendencia que el talento y el arte verdadero”.
El fenómeno es claro: artistas con letras profundas, arreglos complejos y carreras icónicas han sido relegados por no pertenecer al círculo de popularidad o de intereses internos. La música latina es más que urbano, pero la Academia parece haberlo olvidado.
La trastienda del Latin Grammy
Santos plantea un punto que debería encender todas las alarmas: la falta de transparencia. Señala que muchas decisiones parecen tomadas en “grupos de WhatsApp” entre miembros de la industria que intercambian votos, favores o simplemente siguen intereses políticos y comerciales.
“Hay anillos de poder que controlan las nominaciones y los premios”, asegura el experto. Esto explicaría por qué nombres como Don Omar, Tego Calderón o Vico C, fundamentales para el desarrollo del género urbano, tienen apenas dos Latin Grammys, mientras otros con mucho menos recorrido suman más de diez.
¿Se pueden salvar los Latin Grammy?
Santos propone tres reformas urgentes para rescatar la credibilidad de estos premios:
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Corregir errores históricos: Premiar a artistas que han sido ignorados injustamente, como Romeo Santos, Aventura, Ivy Queen o Ricardo Arjona.
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Diversificar el reconocimiento: Menos premiación automática a lo popular. Se necesita música, letra y contenido, no solo ritmo y polémica.
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Exigir transparencia y auditoría real: Destruir los “anillos de amiguismo”, garantizar votos independientes y verificar la integridad del sistema.
Conclusión: La música merece respeto
La industria musical latina tiene una riqueza incalculable de géneros, talentos y trayectorias. Los Latin Grammy, al ignorar esa diversidad y caer en favoritismos mediáticos, traicionan su misión original: premiar la excelencia artística. Si no se toman medidas urgentes, estos galardones podrían seguir perdiendo legitimidad hasta quedar como una simple ceremonia de marketing.
La música no necesita un trofeo para ser grande. Pero los artistas que dedican su vida a ella merecen respeto. Y los Latin Grammy, si quieren seguir siendo relevantes, deben escuchar este clamor que ya no puede ser silenciado.
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